Los Mochis, Sinaloa.- El grupo de búsqueda de personas ausentes en hechos violentos denominado Desaparecidos de El Fuerte (Las Rastreadoras) se dividió en dos facciones, bajo acusaciones de sacar dinero con el dolor ajeno.

La incisión adoptó el nombre Asociación Las Rastreadoras por la Paz de Sinaloa y fue respaldado por Voces Unidas por la Paz y del Colectivo de búsqueda de personas desaparecidas de Culiacán.

Guadalupe Alderete Valenzuela, Claudia Rosas Pacheco e Imelda Galaviz, presidenta, secretaria y tesorera, respectivamente, de la nueva agrupación afirmó que nacen con la intención de continuar la búsqueda de sus familiares que años atrás desaparecieron y cuyo rastreo forjó el nacimiento de Desaparecidos de El Fuerte, y por el contrario de esta asociación, no con fines de lucro ni de ser comparsas de los gobiernos.

El grupo se fundó con nueve mujeres, cinco de las cuales forman parte de las brigadas de búsqueda.

Aseguraron que sus rastreos se pagaran con recursos propios, y no con aportaciones gubernamentales, como sucede en la actualidad.

Alderete Valenzuela y Rosas pacheco afirmaron que Myrna Nereyda Medina Quiñónez las utilizó y traficó con el dolor de los desaparecidos obteniendo diversas cantidades de dinero cuyo destino nunca comprobó.

“Aunque agradecidas con  Mirna, también estamos muy lastimada. Toco y abrió puertas. Ella sabe lo que hizo”, coincidieron.

Alma Rojo Rosas, de Voces Unidas por la paz, aseguró que finalmente, las Rastreadoras-Desaparecidos de El Fuerte fueron cooptadas por el gobierno, imputación que también fue respalda por Martha Alicia Camacho Loaiza.